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Un neumococo millonario
 Por el Dr. Ricardo Mazzanti
A veces me siento como Tato Bores, ¿se acuerdan de él?, por donde iba le pasaban chismes y se codeaba con personajes de todo tipo, especialmente de los gobiernos de turno que sin dudar le daban información.
Es raro, pero a veces me siento como ese payaso simpático que hablaba a borbotones, por doquier me encuentro con personajes que me pasan chismes y verdades que muchas veces me cuesta digerir, pero que me sirven para dar forma a mis artículos desde principios de la década de los 90, cuando comencé a escribir y hacer periodismo en distintos medios y tuve la suerte de poder iniciar esta actividad en radio y televisión, una época en que no existía mordaza ni censura y mi libertad de expresión era incomparable, mal que le pesara a algunos o mejor dicho a varios que seguramente no me tienen entre sus mejores recuerdos y que no me desearían precisamente buenos augurios, pero como es el destino de cada uno, Dios me puso en este camino no solo para salvar vidas, me dio lo necesario para poner en evidencia la corrupción y manipulación de quienes atropellan todo por abuso de poder y ambiciones desmedidas y por nada lo dejaría de hacer.
Hoy me voy a referir a ciertos personajes de nuestro medio sanjuanino, que por desgracia para mí son colegas y digo esto porque me da vergüenza destapar ollas podridas y que de adentro salgan médicos, los que en lugar de estar preocupándose por salvar vidas, las ponen en peligro a cambio de mucho, muchísimo dinero y en especial cuando estas vidas son de inocentes criaturas. Por suerte siempre es posible separar la paja del trigo y no todos los médicos están podridos, solo algunos que no se conforman con la atención de sus pacientes, buscan desesperadamente el dinero fácil en una provincia que desde que apareció la macro minería se puso de color dorado, como el oro que todo lo contamina, en este caso despertó ambiciones económicas desmedidas dejando la ética y el amor a un costado, lejos del juramento hipocrático.
Hoy, por el último día de este 2008, estaba tomando un café con un colega, haciendo un repaso del año que terminaba y se acercó otro (colega) a saludarnos, alguien que se encuentra trabajando en el protocolo COMPAS (vacuna antineumococo 10 valente de GLAXO). Casi inmediatamente sale el tema y sin tapujos comenzó a contarnos muchas cosas, como por ejemplo que toda la esterilización de la ropa de cama de la clínica Mercedario (del inefable Balverdi) se esteriliza en “Estericlin”, la empresa que realiza la esterilización de la ropa de cama de los hospitales de la Salud Pública, mediante convenio, pero lo curioso es que, según este colega, le haría el “favor” a la Mercedario y todo sin costo, ¿será verdad?. También nos comentó algo que no es demasiado novedoso aunque si muy grave, la mayoría de los servicios de los hospitales no se encuentran habilitados, caso la Maternidad del Rawson que no solo no se encuentra habilitada sino que no es sismo resistente, o todos los servicios de radiología sin habilitación y más allá de que se encuentran funcionando, es un perfecto caldo de cultivo para las malas praxis ¿será verdad?. Siguiendo con la usina de información, me entero que la jefa sanjuanina del COMPAS, el protocolo experimental que desaprueba el 90 % de los pediatras de la provincia, la Dra. Mengele sanjuanina, es una de las que no me desea buenos augurios, no me puede ver, me odia por la bomba que les estalló cuando salió mi nota en el Nuevo Diario, denunciando la falta de ética al no informar a los padres, al momento de enrolarlos, sobre el carácter “experimental” del protocolo, lo que desmoronó una buena parte de este sucio negociado de la salud, pero no pudo evitar comentar que esta doctora, ya comenzó a gastar parte de la fortuna lograda con el riesgo de miles de niños sanjuaninos, compró una Honda African Twin, una moto de alta gama que según dijo el propio informante habría salido la friolera de U$36.000 y que la usa su consorte, también pediatra, para sentir el roce del viento en su cara al deslizarse por las calles provinciales, ¿usará casco o la cara pelada para mostrar su estatus a lo careta sanjuanino?.
En su momento (año 2008) salió la información de que cada niño “rata” (por ser un laboratorio humano) dejaba la friolera de U$8.000 a la “central de inteligencia” que estaría en Córdoba y de ahí se repartiría a las provincias involucradas (San Juan, Mendoza y Santiago del Estero) siguiendo el orden jerárquico, es así que a las enroladoras (último eslabón de esta ley Mengele) le estarían pagando U$ 40,00 por cada chico, multipliquen por 4.440 solo en San Juan y saquen los cálculos de los cientos de miles y de dólares que habrían entrado a San Juan con este protocolo extranjero desde finales del año 2007 a la fecha , ¿cuántos son los beneficiados con esta cloaca de la salud?, ¿se imaginan quienes están enriquecido económicamente a parte de esta doctora, otrora presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría filial San Juan?, digo esto porque sería muy ingenuo si creyera que se autorizó este protocolo desde el Ministerio de Salud por ser muy ético y sin “peaje”. ¿Cuál es el amor que estos pediatras y autoridades del Ministerio le profesan a sus pacientes y a la sociedad?, o mejor sería creer que seguramente no usó a sus pacientes del consultorio privado para este experimento y si lo hizo con otros inocentes enrolados lejos del microcentro sanjuanino, mientras más lejos menos complicaciones y más fáciles de convencer, más ignorantes y la mayoría sin saber leer ni escribir.
Cuando uno se imagina que la conciencia es la peor cárcel que tienen los seres humanos se acaba tropezando con baldosas sueltas en las veredas, la realidad es que deberíamos imaginar que estas conciencias Argentinas han aprendido a usar la viveza criolla y seguramente consiguieron una salida para no sentir remordimientos, por ejemplo una Honda African Twin.
El laboratorio Glaxo superó sus expectativas, más que una vacuna contra el Neumococo descubrió un Neumococo millonario y en su cadena de contagios infectó conciencias a cambio de dinero.
Estas verdades del COMPAS salieron a la luz a fines de agosto de este año que terminó, 2008, la parte mediática actuó en algunos medios a los que le interesa la salud de la gente, la mayoría de las radios importantes de San Juan tomaron parte y recuerdo haber dado siete notas en dos días, aunque hubo un locutor al que lo llaman “pajarito” que se puso del lado de la vacuna y curiosamente es el que recibe más pauta oficial, pero nunca dijo que él pondría a su hijo en ese protocolo, en cambio si le parece bien que otros niños participen, típico de los hipócritas que te dicen que hacer, pero que jamás harían. Más que un “pajarito” parece un “ave de rapiña”, quizás un cuervo.
Es muy curioso o quizás peque de ingenuo, que desde el gobierno no se haya tomado nota de estas increíbles maldades (seguramente en este momento algún policía de medios del inefable secretario general de la gobernación esta leyendo el artículo) y que a pesar de la información suministrada y de los pedidos de informe de algún diputado (Dr. Campos) al que ni siquiera se le contestó desde el Ministerio de Salud Pública, se permita la continuidad o al menos no se informe adecuadamente a una población ignorante de la manipulación que se ejerce desde sectores “liberados” y que inequívocamente parecieran actuar en corrupta connivencia.
El Neumococo millonario tocó la puerta de la Dra. Mengele, la pediatra sanjuanina de apellido conocido, arrasó con la ética y borró conciencias y fue la encargada de provocar una epidemia de ambición que infectó a muchas personas, pero lo más grave es que no existe en nuestro medio un mecanismo de defensa de esa población más expuesta, desde dónde debiera salir el control y el cuidado de la salud pareciera que es utópico pedirlo, quizás sea estúpido pensarlo, en realidad daría la impresión que ese es justamente el lugar dónde nacen los negociados más sucios, los negociados de la salud.
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Albardón: Se necesita urgente Soberbín
 Por el doctor Ricardo Mazzanti.-. Los seres humanos tenemos marcado en nuestro envase, es decir en nuestro cuerpo la fecha de vencimiento, es inexorable, pero los políticos tienen una fecha de vencimiento menor, se echan a perder más rápido. Los funcionarios no solo tienen fecha de vencimiento, sino que son fusibles que pueden saltar en cuanto se recalienta el ambiente. Entre los funcionarios de menor jerarquía, los directores, especialmente los directores de hospital son los más lábiles y sujetos a saltar en cualquier momento.
La directora del Centro de Salud de Albardón, quizás uno de los últimos eslabones de este orden jerárquico tiene el ego sobrevaluado, se cree imprescindible y hasta confiesa abiertamente que no le gusta realizar atención médica, que a ella le gusta solo lo que hace actualmente, es decir, ser jefa, ¿habrá una facultad para ser jefa?
Como todo tirano en la historia de la humanidad, la Dra. Ana Fátima Allende no se contenta con ocupar un trono de barro, siente placer con maltratar a los empleados del Centro de Salud y no solo verbalmente, los sanciona arbitrariamente con suspensiones sin importar las consecuencias para los trabajadores y lo peor es que no cumple con la supuesta ley ya que en lugar de llamar la atención en primera instancia y apercibir en segunda instancia, directamente sanciona con suspensiones lo que significa, en caso de prosperar, que al empleado le descuentan una parte importante del sueldo y ello significa complicar gravemente el sustento familiar de los magros sueldos de estos trabajadores.
También es sabido que esta tirana de pollera y pelos planchados maltrata verbalmente a los empleados, especialmente a los que solo tienen contratos de trabajo y que saben de su inconsistencia laboral, los maltrata al punto de insultarlos y menoscabar su integridad psicológica, es decir que realiza un vil mobing laboral aprovechándose de tener en sus manos la continuidad laboral de estas víctimas de su absolutismo.
Esta mujer, dueña de un minúsculo quiosco en el Hiper Libertad, tampoco logra mejor relación laboral en su quiosco y el hecho es que las pobres empleadas que caen en sus manos duran poco en su trabajo.
Esta mujer con fecha de vencimiento, devenida en directora del Centro de Salud Albardón, ya lleva 10 meses ocupando la oficina más secreta de San Juan, un lugar siempre lleno de ciertos personajes acólitos a ella, al que solo acceden sus informantes y adoradores y al que en repetidas oportunidades quiso acceder el periodismo sanjuanino sin éxito, eran rechazados por su secretaria privada, “la directora no los puede atender”, los medios debieron en repetidas oportunidades retirarse del hospital sin poder conocer detalles de muchas denuncias que quedaron sin respuesta.
Con los médicos intentó, en diversas oportunidades, demostrar su inexistente superioridad de déspota y como se golpeó con inmensas paredes, ahora se va contra los odontólogos, a quienes controla sistemáticamente. No les permitió tomar el asueto del “día del médico” desde las 10 de la mañana del 3 de diciembre y encima les dijo que en la próxima gestión, cuando haya un odontólogo de Ministro de Salud quizás tendrían asueto para su día.
Esta mujer sirve a los intereses del Ministro Balverdi ya que su propia gestión se basa en la tiranía y si bien hoy se siente cómoda y “dueña” del Centro de Salud de Albardón, debería saber este destructivo personaje que su fecha de vencimiento no es muy lejano y que el mundo es redondito, toda la porquería que se hace luego se recibe y si bien logró un pseudo poder transitorio, será recordada mucho más allá de su gestión y usaremos su nombre para asustar a los niños cuando no quieran abrir la boca para ver la garganta, tal como si se tratara del “viejo de la bolsa”.
La directora Ana Allende a dejado marcas indelebles en Albardón, a solo 10 meses de gestión es la directora más resistida de la historia del Centro de Salud, al punto que intentó por todos los medios hacer una cena de despedida del año y se dio con una columna del Centro de Salud en la cara, no consiguió a nadie para que la acompañara, un fin de año en el silencio de su oficina, dónde seguramente brindará con su asistente personal, en íntima soledad.
Sería bueno que el gobernador instruya a alguna psicóloga de San Juan para que trate a sus funcionarios y si es posible que los mediquen con “soberbin” pastillas para controlar su soberbia.
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Crónica de una Muerte Anunciada
 Por el Dr. Ricardo Mazzanti
Paciente CARENA MAXIMO
Edad 9 meses
Fecha de nacimiento 17/12/07
Fecha de defunción 15/10/08, hora 16,35
Sexo masculino
Enrolado en el Protocolo COMPAS (vacuna experimental anti neumococo 10 valente)
Desarrollo de los hechos: Cuando nació, Máximo no sabía que le quedaban solo 9 meses de vida, las cosas de la vida le reservaban un destino macabro, sería un “cobayo”, una “rata de laboratorio” y su hermoso cuerpito iba a ser un reservorio para experimentos. A los dos meses de edad y en pleno goce de su salud, Máximo da el primer paso hacia una serie de eventos que terminarían tempranamente con su vida, concurre al Hospital Marcial Quiroga, sede de la omnipotente directora Susana Rudaeff, para iniciar su plan de vacunación, solo tenía dos meses de edad. En el sector de vacunación, el diablo la esperaba, la enfermera encargada de dicha función le informa a la madre que ya no se colocaban las vacunas en ese nosocomio y que debía dirigirse al tétrico Vacunatorio Provincial (de Salud Pública), que se encuentra en calle Entre Ríos, frente a la policía Federal, dicha enfermera, obviamente “reclutadora del protocolo COMPAS y seguramente autorizada por la directora del Hospital, Dra. Susana Rudaef, le miente y la dirige al segundo eslabón de este verdadero vía crusi . La madre es recibida por la Dra Jorgelina Peñafort, que se presenta como pediatra y es sistemáticamente engañada por dicha profesional (según versión de la madre) para que se enrole en “El nuevo plan Federal de vacunación”, que al decir de dicha facultativa se aplicaba en “toda la Argentina” y remarca que es el nuevo sistema de vacunación de Salud Pública. Le agrega cosas como que el bebé sale muy favorecido ya que se le incluyen vacunas muy caras contra otras enfermedades que habitualmente no podría aplicarse en la esfera privada. Luego de una maratónica charla de convencimiento y sin pronunciar jamás la palabra “experimental”, la madre accede a iniciar un plan de vacunación que prometía ser excelente para su hijo confiando en las palabras de una “especialista”, sin imaginar jamás que sería el principio del final. La madre es apurada finalmente para que firme el “consentimiento informado” y la Dra. Peñafort le pide que no lo lea ya que decía lo mismo que ella le había explicado, otro eslabón de esta cadena que terminaría con la vida del pequeño. Para finalizar la esmerada maraña de engaños, hacían que otra madre en las mismas condiciones que esta (o sea en la ignorancia total de lo que estaban firmando) sirviera de testigo y la hacían firmar el certificado de defunción (consentimiento informado) anticipado. Luego, esta madre que había firmado y por lo tanto ya pertenecía al COMPAS era usada como testigo de la que seguía y así sucesivamente, siempre desinformadas de este consentimiento “informado”.
Luego de aplicar esta primer vacuna se retenía al niño por espacio de 20 minutos para observar la reacción que dicha inyección producía en el pequeño y si no ocurría ningún evento producto de este experimento se lo enviaba a su casa hasta la próxima vacuna. Por supuesto que les decían de lo “importantes que pasaban a ser esos niños vacunados” y que a partir de ese momento eran una elite con cuidados intensivos ambulatorios por parte de un batallón de infectólogos y pediatras de este protocolo, solo por si ocurría algo.
Las primeras tres vacunas (2 – 4 y 6 meses de edad) transcurrieron sin mayores novedades, pero como pasó en Stg. Del Estero, esa tercer vacuna sería el inicio de un evento que concluiría con la vida de este inocente héroe.
Para que esta historia llegara a contarse tuvieron que tejerse una serie de eventos que darían nacimiento a un experimento en San Juan, Argentina. El laboratorio Glaxo toma la decisión de crear una nueva vacuna, que no podría probar en el primer mundo, mejor informado y por la expresa prohibición de la FDA Norteamericana de realizar ensayos experimentales en niños Estadounidenses. Situación no demasiado complicada, se recurre al tercer mundo, o sea, los países al sur de la frontera de América del norte y mientras más al sur mejor, países pobres, gobernantes débiles y funcionarios corruptos que permiten sin mayores inconvenientes el ingreso de estos protocolos para usar a las personas, en este caso niños y convertirlos en verdaderos cobayos de experimentación y todo esto con aporte de infraestructura y hasta material de la Salud Pública (movilidades para trasladar a las reclutadoras como ocurrió en Albardón, bajalenguas, medicamentos etc.), sin ningún control ni de parte del esquivo “comité de ética” que dice tener este Ministerio ni del Ministro de Salud, Subsecretario técnico, Jefes de Zona ni directores de hospital, lo que me consta por ser médico de uno de los centros de salud dónde el COMPAS se adueñó de cerca de trescientos niños y doy fe de lo que digo.
Cuando uno se pregunta los motivos que llevan a las autoridades a permitir un experimento sobre miles de niños indefensos no podemos dejar de pensar en los U$8.000 que se dice paga el laboratorio por cada niño ingresado a este experimento y las dudas se despejan, es mucho dinero multiplicado por 4.440 niños solo en San Juan, pero habría que preguntarse adónde va a parar dicho monto millonario, cual es su verdadera distribución, porque a los padres que someten (sin saber) a sus hijos a una posible muerte no les llega ni un peso, solo mentiras de las bondades que este plan COMPAS les estaría ofreciendo.
El día 10 de octubre Máximo Carena, con solo 9 meses de edad, comienza con un cuadro febril, se consulta a la pediatra y se indica dipirona con lo que cede la temperatura. El día 11 de octubre (al otro día) el niño amanece decaído pero sin fiebre, comienza a evitar la alimentación. En la tarde la madre se acerca a controlarlo y lo ve con las manitos apretadas, lo quiere levantar y lo nota rígido desde la cabeza a los pies y con convulsiones, por lo que se traslada al Hospital Marcial Quiroga dónde es ingresado y se le realiza oxígeno con máscara, diazepan en dos ocasiones, lorazepán, difenilhidantoina y dexametasona, todas drogas para intentar parar las convulsiones. El pequeño ya sentenciado a muerte continúa con status convulsivo y se lo impregna con fenobarbital con lo que lo duermen y relajan parando así la larga agonía de sus convulsiones. Ya su estado era irreversible, casi podríamos decir que estaba recibiendo una agresión fulminante por parte del Neumococo, la misma bacteria de la vacuna que supuestamente debería haberlo protegido contra ese coco. Casi inmediatamente comienza a hacer pausas respiratorias por lo que deben hacerle oxígeno por máscara, las apneas obligan a hacer una intubación endotraqueal y bolseo para mantener vivo al niño, no habían respiradores habilitados en el Hospital, aunque si 10 respiradores guardados (según comentaron los padres), solo tendría que haber esperado hasta que desde el Ministerio de Salud decidieran ponerlos a funcionar. Siguiendo con los eventos y casi al mismo tiempo comienza una asimetría de las pupilas de los ojos lo que demostraba un gran sufrimiento cerebral.
El pequeño es controlado sistemáticamente y se inician múltiples intentos por revertir su meningitis y su estado séptico de extrema gravedad, pero nada da resultados, el niño debía trasladarse a un centro privado de complejidad para ponerlo en un respirador artificial.
A partir de ese momento comienza un peregrinar de comunicaciones desde el hospital y del Ministerio de Salud, pero todos los centros privados estaban saturados y sin respiradores. Los padres tienen información de que habían diez respiradores nuevos guardados bajo llave por orden del Ministro de Salud y que se negaba su uso, según cuentan los padres debió haber una comunicación desde el Ministerio de Salud de la Nación exigiendo al Ministro Sanjuanino, Dr Balverdi para accediera a dicho préstamo y fue la encargada del Marcial Quiroga, la Dra. Susana Rudaef quién llevó a los padres a un sector privado para informarles que Máximo sería trasladado con un respirador al sanatorio del CIMyN. También les dijo que el Dr. Balverdi se haría cargo desde su Ministerio de los costos de dicha internación, “por lo que debían dar gracias a dicho funcionario por ser tan generoso con ellos”. Lo que no les dijo era que ella era responsable de permitir que una enfermera desviara a los niños de dos meses de edad a un sistema privado de vacunación engañándolos, ya que en realidad en el Marcial Quiroga si se hacen los planes nacionales de vacunación.
El pequeño niño de 9 meses de edad no podía ser trasladado directamente desde el Hospital al CIMYN ya que la burocracia obligaba a un trasbordo de ambulancia, primero Hospital de Niños, luego en otra al CIMYN, a todo esto el niño continuaba siendo bolseado para mantenerlo vivo.
Todas las medidas que se tomaron durante cuatro días que duró la internación fueron inútiles, el niño ya no tenía reflejos, comenzó una falla multiorgánica y finalmente perdió la batalla, en realidad la perdió el primer día, cuando fue desviado al vacunatorio provincial.
Este es el primer caso de muerte en el protocolo COMPAS, dónde no caben dudas de la responsabilidad de este experimento, la Historia Clínica y los análisis de laboratorio, con el cultivo del líquido céfalo raquídeo dónde se demuestra fehacientemente la presencia de un Neumococo multiresistente atípico en la población sanjuanina, no le dio chances a un nene de 9 meses. Lo increíble es que esa bacteria fue inoculada por una banda de pseudos profesionales y enfermeras que deberían proteger la vida de los ciudadanos y no prestarse a maniobras anti éticas por obnubilarse con el color de los dólares.
El secreto en el manejo del “doble ciego” no permite saber a ciencia cierta si este niño en particular (y tantos otros que murieron) recibió las dosis de vacunación o un “placebo”, pero seguramente y ante la duda, la justicia debería obligar a aportar esta información a la empresa Glaxo o a la responsable Sanjuanina, la Dra. Adriana Posleman, ya que si Máximo fue inoculado efectivamente con el Neumococo lisado, sabríamos con toda seguridad sobre la responsabilidad del COMPAS.
A la fecha y a pesar de la denuncia hecha a fines de agosto de este año, las autoridades de salud continúan permitiendo la actividad de este protocolo experimental, algunos padres desinformados o ignorantes de los peligros potenciales de este “experimento” continúan haciendo cola para que su hijo reciba las dosis faltantes. La muerte de un integrante del COMPAS seguramente fue olvidada rápidamente por estos funcionarios y desde el gobierno no se debe tener conocimiento de los trágicos hechos que terminaron con la vida de un inocente. Las estadísticas dirán que esta muerte es habitual en los porcentajes que miden estos números, pero lo cierto es que quienes deberían evitar estos hechos dolorosos, quienes deberían velar por la salud de la población son grandes ausentes a los que solo les preocupa los números y poco o nada la vida de un pequeño de 9 meses.
Máximo pasó a ser una dolorosa estadística, al menos para los padres que no encuentran consuelo a la partida inexplicable de su angelito, un niño que ya no reirá, no podrá jugar con un triciclo, no tendrá la oportunidad de sentir las caricias de su madre, un niño que no pudo explorar este mundo, ni sentir sus olores, que no pudo sentir la magia de un arbolito de navidad ni de los regalos de los reyes magos, no pudo esperar a que llegase el ratón Perez ni a sentirse importante en el día del niño. Máximo es la consecuencia de la avaricia de un grupo de personas que no se detienen ante nada ni ante nadie, de un grupo de personas sin alma ni conciencia, es la víctima inocente de un mundo que no lo protegió.
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Buenos para nada
Por el Dr. Ricardo Mazzanti
Cuando llegué a San Juan, recién recibido de médico, me asocié al Colegio Médico de San Juan, comenzaba una etapa de mi vida que era muy importante y pertenecer a esa institución era todo un privilegio.
Recuerdo que sentía abrir una gran puerta y no tenía otra ilusión que ser parte del cuerpo médico Sanjuanino, a pesar de que los descuentos que me hacían eran importantes, ya que había que pagar el Hospital Privado, al que difícilmente tendría acceso pues habían “dueños” de los servicios que nos cerraban las puertas, también había que pagar el camping, que disfrutaban solo algunos, acción social con beneficios dudosos y así varios ítems, pero no importaba, ya era parte del cuerpo médico.
Al poco tiempo de llegar a esta provincia tuve la oportunidad de ingresar al tristemente célebre ADOS, con sueldo y para un médico recién egresado era muy importante, no lo logré gracias al Colegio Médico, lo hice por relaciones y por fuera de esta institución.
Al poco tiempo recibí una notificación del Colegio Médico, dónde se me citaba para “asuntos que se me comunicarían” y puntualmente me presenté. Me hicieron pasar a un salón dónde varias caras tenebrosas me medían en silencio y casi sin preámbulo se me pidió que eligiera renunciar a mi trabajo o a esta prestigiosa institución, o sea El Colegio Médico. No se me dio explicación y opté por el lugar que me pagaba un sueldo. Tuve que renunciar y afiliarme a la Asociación Médica Sarmiento, a la que pertenezco actualmente y en la que jamás me sentí presionado.
Ya en esas épocas aprendí que para un médico no hay nada peor que otro médico.
El Colegio Médico se queja hoy por los violentos movimientos de piso que realiza el Ministro de Salud contra sus asociados, pero solo atina a agacharse debajo de los escritorios hasta que pase el temblor, tiritan de miedo e impotencia, toda una institución que dice proteger a más de 1.500 médicos y que sin embargo son cacheteados sistemáticamente por un solo galeno, el Dr. Oscar Balverdi. Este Ministro que durante la década de los noventa y ahora viene jaqueando los intereses del cuerpo médico y del propio Colegio sin que exista la mínima resistencia. Un sistema disciplinario nuevo que cobró numerosas víctimas entre los profesionales de la salud, incluido yo y por el que esta institución tomó nota pero no hizo nada al respecto (no precisamente conmigo pero tampoco con sus asociados), un colegio que con su tremenda impotencia quiere delegar en el Sindicato Médico la responsabilidad de enfrentar al poder a pesar de ser el responsable máximo para que el famosos número de inscripción (que le otorga el permiso para salir a la calle) haya sido boicoteado por los nefastos dirigentes del Colegio Médico Sanjuanino, cosa que el propio Balverdi comentó. Lloran por su ineficiencia y falta de poder pero traicionan clavando un puñal en la espalda de quién sería el único médico Sanjuanino (Daniel Sanna) capacitado y con los testículos para salir a enfrentar a este poder demoníaco que hoy ostenta el mayor verdugo de sus colegas en la historia médica de nuestra provincia, don Balverdi.
El Colegio Médico mantiene una dirigencia que se fue turnando a lo largo de los últimos 15 años para ocupar la presidencia y que estúpidamente los médicos les otorgan, lo mismo que pasa a nivel nación y provincia, somos los estúpidos Argentinos que otorgamos un poder a personajes que solo hacen sus “cajas” y se salvan para el resto de sus vidas.
Los médicos somos los responsables de nuestra endeble situación, permitimos mansamente que nos cambien las reglas de juego, que nos escarchen mediáticamente como a delincuentes por cobrar una diferencia al indigno pago de la Obra Social Provincia, que pisoteen nuestra estabilidad con la imposición de concursos con carácter retroactivo, nos mantienen con las cabezas gachas y tenemos terror a levantar la voz para oponernos, nos apoyamos en instituciones como este Colegio Médico que ha demostrado sistemáticamente carecer de poder y de diplomacia para llegar a las máximas esferas en busca de reivindicaciones laborales.
El Colegio Médico de San Juan a demostrado ser una cueva de cobardes que solo se preocupa por facturar, manteniendo atomizados a los médicos en lugar de pugnar por la unión y rechazo férreo al Mengele Sanjuanino, en lugar de moverle el piso enérgicamente a alguien que cuando se cumpla su fecha de vencimiento va a volver a su lugar hospitalario y recibido como luego de su gestión anterior, con los brazos abiertos y chupándole las medias como ya lo hizo el servicio de traumatología del Rawson anteriormente.
Esperemos que el Sindicato Médico aparezca de una vez con todos los galardones que la justicia debería darle y que por primera vez en la historia Sanjuanina exista un direccionamiento de un cuerpo médico que hasta el momento tiene sus extremidades tronco y cabeza en distintas direcciones.
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Una trampa mortal para su familia
 Por el Dr. Ricardo Mazzanti
Muchos alimentos que compramos diariamente en los supermercados son los máximos responsables del incremento de muerte de origen cardiovascular (infartos y accidentes cerebro vasculares entre otros).
La industria de la alimentación no tiene en cuenta los gravísimos daños que provoca a la salud el uso de GRASAS TRANS, tampoco le importa, solo tiene en cuenta las ventas y ganancias que su uso les reporta y lamentablemente la falta de controles y regulaciones, como también la falta de información que se da a la sociedad forman un cóctel explosivo y contribuye a que cada día, en cada comida, en cada bocado que nos llevamos a la boca nos envenenemos sistemáticamente y lo que es peor, lo hacemos con nuestros hijos e indirectamente les vamos armando una futura enfermedad cardiovascular que con muchísimas probabilidades será la causa de muerte prematura de nosotros y de nuestra descendencia (cuántas veces escuchamos del aumento de casos de cáncer y muertes prematuras entre nuestra población). Las GRASAS TRANS provienen de aceites parcialmente hidrogenados. El proceso de ‘parcialmente hidrogenado’ se usa para hacer que un aceite líquido se convierta en semi-sólido, como las margarinas, y se pueda untar, pero también para que el producto que se encuentra en la góndola del supermercado dure más tiempo. La evidencia científica sobre los ‘TRANS’ es amplia, y se sabe que estas grasas contribuyen significativamente al riesgo de sufrir un infarto cardiaco, además de diabetes, síndrome metabólico, problemas neurológicos, etc.
Por eso en algunos países Europeos (Dinamarca y Holanda, entre otros) han prohibido por completo o limitado el uso de estas grasas. En los Estados Unidos en general, no se ha prohibido el uso de estas grasas, salvo en California y Nueva York, dónde en la actualidad se ha prohibido el uso en restaurantes y se espera para el 2011 su prohibición total. A pesar de estar permitida su continuidad, se requiere que se muestre la cantidad de TRANS por ración en la etiqueta nutricional de alimentos pre-empacados (el código alimentario Norteamericano sugiere limitar su uso diario a 5 gr., aún cuando saben que solo 2 gr. diarios llevarán a un infarto de corazón a temprana edad). Esto quiere decir que cualquier otro alimento que no sea pre-empacado (repostería, restaurantes, etc), todavía pueden estar usando grasas altas en TRANS. Hoy día, la mayoría de estas grasas todavía se consumen en restaurantes (porque cocinan con ellas) o en productos de repostería y galletería. Cuando vaya a comprar algo ya pre-empacado, que tenga una etiqueta nutricional, lo más importante es que el alimento tenga 0 GRASAS TRANS, pero tenga cuidado, para despistarla, el etiquetado puede decir: “aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado”, que son los mismos venenos encubiertos.
Pero esto a veces es confuso, porque un alimento puede tener 0 GRASA TRANS por ración, pero no quiere decir que sea 100% libre de GRASA TRANS. Por ejemplo, puede ser que hayan usado grasa parcialmente hidrogenada, pero no mucha, para hacer unas galletas. Si uno come sólo una galletita (una ración), entonces esa única galletita contiene 0.5 gramos de GRASAS TRANS, y se redondea a cero GRASAS TRANS en el etiquetado, sin embargo, rara vez uno se come sólo una galleta, en realidad comemos dos, tres, a veces cinco... por lo que nuestra realidad es que ingerimos 2.5 gramos de GRASAS TRANS en una sola ingesta. El ataque al corazón está relacionado con pequeñas cantidades como sólo 2 gramos de GRASAS TRANS al día.
Las GRASAS TRANS sólo aumentan los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la sangre sino que disminuyen las lipoproteinas de alta densidad (HDL lo que llamamos el "colesterol bueno"), provocando un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Las grasas hidrogenadas se utilizan en margarina, comidas rápidas, productos comerciales de pastelería, alimentos procesados y fritos, incluso se sabe que el 98% de las galletas que compra contienen GRASAS TRANS, también las tapas para empanadas que Ud. saca de la heladera de estos maxi mercados, las tapas para tartas, las pastas, incluidas las que parecen frescas, polvos para tortas instantáneas, helados y hasta los caldos deshidratados que se usan para dietas.
Las GRASAS TRANS parecen aumentar el riesgo de la enfermedad cardiaca coronaria más que cualquier otro macronutriente, confiriendo un riesgo substancialmente creciente en los niveles bajos de consumo (1 a 3 por ciento de producto total de la energía). En un meta-análisis de cuatro estudios anticipados de la corte que implicaban casi 140.000 sujetos, incluyendo análisis actualizados de los dos estudios más grandes, un aumento de 2 por ciento en energía proveniente de ACIDOS GRASOS TRANS, fue asociada a un aumento de 23 por ciento en la incidencia de la enfermedad cardiaca coronaria.
Como ya dije, las GRASAS TRANS mejoran las ventas de los supermercados al lograr que sus productos no se pongan rancios mientras son expuestos en las góndolas, las consecuencias de estos mega empresarios es llenar sus bóvedas de dinero, pero a costillas de millones de seres humanos que dejan su salud y hasta su vida confiando en las supuestas bondades de estos alimentos maravillosos. Quienes comen GRASAS TRANS pagan un alto precio bioquímico, ya que estas grasas actúan inhibiendo la actividad de la delta – 6 desaturasa y su consecuencia es una disminución de la producción en el cuerpo de ácido graso linoleico y de eicosanoide bueno, su consecuencia es un incremento del colesterol malo y una disminución del colesterol bueno o para decirlo más fácil de entender, estas grasas artificiales abren el camino a un ataque al corazón.
Usted señora, responsable de llevar alimentos a su casa debe comenzar a leer las etiquetas nutricionales de los productos que diariamente compra y debe eliminar el 100% de los productos que llevan GRASAS TRANS o aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados, recuerde que solo 5 galletas diarias que cualquiera de la familia come, son suficientes para provocar futuros ataques cardíacos o desarrollar cánceres. Vuelva a la cocina natural, haga Ud. lo que la Salud Pública no hace, proteja a su familia, infórmese ya que en este rubro, el de los alimentos, existen muchas trampas mortales.
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